JOE BIDEN, ME QUEDO CONTIGO

Presidente de Estados Unidos

JOE BIDEN, ME QUEDO CONTIGO

Me gusta el respiro, la calma, la gestión, la `burocracia´, la negociación, la compasión en política. ¡Me gustas, Joe Biden! Gracias por ser la marea frente al tsunami.

Las palabras de su discurso sobrevolaban la unidad, palabra que ha definido siempre al país que representa: Estados Unidos, “Hay mucho que salvar, mucho que ganar” Reconciliación nacional, política domestica, problemas raciales, sanitarios y económicos fueron los titulares de su discurso, un discurso sobrio, sencillo, acompañado de una apasionada y emotiva dama, Jill Biden.  Un cambio en la Casa Blanca que deseamos envuelva al mundo por completo.

Durante las tantas declaraciones y debates que acompañaron a su Inauguration Day, hablaban de la era de la política aburrida, y yo digo, ¡Viva la política aburrida! ¡Bienvenida! Si la política que queremos se construye a golpe de tuit, acompañada de comunicación inmediata en paralelo con emociones de impulso y sin miedo a las consecuencias, me quedo con la que muchos periodistas la definen como aburrida, esa que para mí es la de los señores, la de los míster.

Donald Trump ha sido la consecuencia de un malestar, canalizado a través de unos populismos que dan respuestas sencillas a problemas muy complicados. El liderazgo es visión, conducción, soporte, futuro, certidumbre, referencia, coherencia; es el faro en la oscuridad. Es más que filosofía, es tener una visión tan amplia de ti y del mundo, que te permita aglutinar a la sociedad, que seas ese soporte que le garantiza a la persona su bienestar, su satisfacción.

Ser capaz de generar una visión compartida, vencer la polarización y acogerte a la diversidad es presidir, es gobernar.

Esa polarización estadounidense repercutía en nosotros, en Europa y en el resto del mundo. La nueva ola se inicia y deseamos que llegue ese nuevo estilo de calma, de gestión, de equilibrio emocional y de liderazgos sanos.

 

JOE BIDEN

 

JILL BIDEN

Docente estadounidense, cercana, emotiva y cálida es la actual primera dama de los Estados Unidos. Es la tercera en profesar la religión católica después de Jacqueline Kennedy y Melania Trump.  Casada con Joe Biden, 46º presidente de los Estados Unidos, fue también segunda dama de Estados Unidos durante la era Obama. Una persona con una trayectoria sencilla, que ha apostado a lo largo de los años por su pareja, sin dejar de avanzar en su terreno favorito; mantuvo su `vida de antes´ durante su vicepresidencia consorte en la Casa Blanca, acudiendo a su escuela a diario. Apasionada de su familia, abuela y con los valores estrellas que hacen sostener y apoyar un liderazgo sano en el poder. Una comunicación no verbal cálida y emocionalmente muy cercana, curiosa, mostrando interés y agradecimiento, proteccionista, detrás de un liderazgo sano que se deja proteger.

La fortaleza mayor de una persona es conocer, acceder y permitir que otros te protejan en tus miedos, en tus dudas.

No encontraremos un liderazgo más fuerte que el que se deja proteger, como me gusta decir; sin complejos, ahí están Jill y Joe.

 

 MIS VALORES EN POLÍTICA

Marcar valores conlleva tomar conciencia de tu velocidad,  tu gestión de la incertidumbre y de tu coherencia.

La velocidad a la que vivimos, tanto a nivel personal como  social, hace que nuestros valores sufran matices y fácilmente construyamos `valores adaptativos´. Lo ideal es que esos nuevos valores elegidos sean de corto recorrido, para lograr retornar fácilmente a tu esencia, `a tu comodidad´; así, el camino inverso que te lleva de nuevo a ti será sencillo de recorrer.

Adecuar nuestra velocidad a la de los demás es necesario para conectar, analizar, entender y hacer sentir importante a la otra persona.  La incertidumbre que generamos con nuestras manifestaciones nos aleja, cuando la sociedad pide certezas. La coherencia entre ese valor que proyectamos y su relación con nuestras acciones es éxito.

Existe una reducida línea que divide nuestro ámbito personal del ámbito profesional, y dentro del liderazgo político siempre debemos tenerlo presente. ¡Somos un único corazón!

A veces me comentan en entrevistas personales y reuniones la expresión “es que yo soy así”, a lo que me gusta responder, entre café y café: “eliges ser así… ¿te interesa ser así?”

Vivimos y sentimos a gran velocidad, categorizar o categorizarnos es exclusivamente encerrarnos en una jungla de cristal, de la que cada vez nos cuesta más salir.

La ausencia de limitaciones con nosotros mismos es lo que nos hace libres, tenemos la obligación de ser felices, y para ello, aunque no olvidemos, si debe acompañarnos el hábito de superar los malos momentos con nosotros y con otras personas, que incluso podamos o no amar.

Nuestro querido Joe Biden, por su historia de vida personal, es la muestra de ausencia de olvido y poder de superación. Y ahí lo tenemos; mayor, si, pero con gran auto liderazgo personal y fuerza interior, imprescindibles para liderar una nación. No hay nación más difícil de liderar que a uno mismo, y a partir de ahí generamos poder y gobierno para todo lo demás.

 

Maite Fernández Valderas.

Psicóloga. Asesora – Coach Político. CEO ETIK

@EtikMaite     www.etikpolitica.es @etikpolitica



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