
06 Oct Gobernar con Alice ⭐
Me encantaría que me acompañaras y disfrutáramos juntos de las anécdotas de esta discreta y certera película, `Los consejos de Alice´; una joven y entusiasta filósofa comienza a trabajar para el Partido Socialista francés como `creadora de ideas´. Un puesto diseñado para estimular y ayudar al alcalde de Lyon, un hombre en crisis. La protagonista obtuvo el premio César 2020 a mejor actriz por esta comedia dramática, de tintes políticos; debates intelectuales, y muchas anécdotas en esta cinta que habla sobre el funcionamiento e interés de los equipos que se crean alrededor de los cargos públicos, la falta de comunicación y la crisis de la democracia. `Los consejos de Alice´ ganó el premio a la mejor película europea en la Quincena de Realizadores de Cannes 2019.
Alice es contratada y se convierte durante un tiempo en imprescindible para los días de este alcalde. Como con todos los psicólogos, coaches y consultores, “relaciones cortas e intensas” aunque mutuamente inolvidables en el tiempo, son esas relaciones que se establecen con un nivel de escepticismo alto, en ocasiones porque la utilidad del servicio no es tangible o visiblemente conocido o arraigado. Y, sin embargo, enormemente placentera para ambas partes, una ausencia total de obligación por parte del cargo público unido a una ausencia de deseo de continuidad por el profesional, ya que al final ambos están porque quieren estar. Me recuerda a esa frase de Benedetti: “De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tú no ves. Que te enseñen a mirar con otros ojos”
En su primera reunión con Alice, nuestro alcalde le cuenta cómo se siente: “Si esto fuera una metáfora, me siento como un coche de carreras con un motor muy potente pero como si estuviese averiado, me siento con falta de carburante, pero eso aún no se ve porque la fuerza de la inercia me permite ir muy rápido, pero el motor ya no funciona”
Es esa mezcla de soledad, esa necesidad de hablar con alguien que esté fuera de su círculo político, y que a la vez conozca de política. Salir de ese círculo que consideramos seguro y que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un impenetrable, con intereses individuales, por encima del propio candidato o cargo público. Donde la estabilidad emocional del cargo público, en ocasiones, sencillamente no está instalada en la mente de su equipo; es más sencillo jugar a hacer creer que todo va bien que introducir un elemento ajeno que pueda cuestionar los deseos de la propia candidatura, alguien que no lucha, que no pelea, que no defiende, que no te dice lo que tienes que hacer, que ni siquiera cuestiona a los asesores. Exclusivamente, te acompaña, te escucha, te aporta calma, reflexión, apoyo, estabilidad, te provoca “encontrar esos deseos”, re ilusionarte, definir tu hoja de ruta, dirigirte a lo importante, crear… como hace Alice: Despertar, ese verbo que emocionalmente no tiene precio.
Qué ilusionante es cuando te preparan tu discurso, lo dejas en tu carpeta y tienes esa nueva ilusión e inspiración para desear desarrollar y crear uno propio.
Cuando rompes la inercia del coche de carreras y paras, y buscas un rato para cenar con tu exmujer, y descubres que todo aquello que te contaba durante años y rechazabas quizás tuviera valor, es la reflexión desde la serenidad y el cambio de perspectiva.
Es esa necesidad que surge de llamar a ese nuevo consejero a altas horas de la madrugada, esa relación honesta y de confianza que se establece ajeno al entorno. Esa absoluta discreción con lo que está ocurriendo a su alrededor, y esa apuesta absoluta por el bienestar de la persona, por encima de intereses orgánicos, e incluso profesionales.
A veces en España, y más en Canarias, me gustaría que tuviéramos la comodidad para ver con naturalidad la figura del asesor fuera de la política orgánica. Me gusta la presentación que nuestro alcalde favorito hacía de Alice: “Es filosofa y tiene la amabilidad de ser mi consejera”. Así de sencillo, el orgullo de necesitar nos hace aún más grandes. Los mejores son los que necesitan entrenadores para mantener su nivel de rendimiento, pese a que nuestras creencias nos lleven a pensar que es justo lo contrario. Busca apoyo cuanto más alto estés, así permanecerás.
Sentirse bueno profesionalmente lleva implícito cuestionarnos, superar nuestras inseguridades, nuestras dudas, reilusionarnos es una necesidad y reequilibrarnos es parte de nuestro éxito. Dejar entrar nuevas personas, nuevas visiones solo generará auto conocimiento y lazos de confidencialidad soporte y apoyo llenos de oportunidades. Como decía Kennedy, “Necesitamos personas que puedan soñar con cosas que nunca han existido”.