
01 Ago COACHING POLITICO, PARA UN LIDERAZGO COHERENTE CON RESULTADOS EXTRAORDINARIOS.
“El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal. Lo que cuenta es el valor para Continuar”
Winston Churchill
A lo largo de los años nos encontramos con personas inteligentes, brillantes, excelentes profesionales y expertos en sus respectivas funciones, y nos consultan cuál es la razón por la que se sienten tan atrapados, desmotivados y solos. Como coach, uno de los primeros interrogantes que le hacemos desde nuestro papel es preguntarle cómo se veían en sus inicios profesionales, qué sueños tenían, qué valores le llevaron a querer desempeñar el puesto que ocupan en la actualidad, o qué valores le hicieron entrar en política. En innumerables ocasiones podemos ver cómo, ante estas preguntas, conectan con esos valores iniciales, reflejándolo en sus caras con una sonrisa, lo que nos hace pensar que siguen ahí.
El coaching político está enfocado en la persona antes que en el perfil político porque cuando el contexto cambia y la persona esta inmóvil, avanzar se convierte en una utopía.
La Política es un mundo en el que las personas que intervienen tienen intereses antagónicos y donde se hace imprescindible para el político un espacio de reflexión fuera del propio contexto político, en el cual pueda sentirse libre para tomar decisiones, para dudar, y aquí es donde entra la figura del coach, libre de ideología y de posiciones, es la clave.
El coaching, más que un entrenamiento, es entendido como una disciplina, una técnica. El principal objetivo en un proceso de coaching es avanzar y conseguir aquello a lo que uno aspira. Es una relación profesional con otra persona que aceptará solo lo mejor de ti, te facilitará, te ofrecerá soporte y estimulará para que vayas más allá de las limitaciones que te impones tú mismo y desarrolles al 100 % tu gran potencial.
En la política actual la coherencia toma protagonismo. Ya no valen las palabras. El discurso político queda desnudo si no va acompañado de hechos (alineamiento de misión, valor, objetivo y acción). Si uno hace lo que dice y, a su vez, dice lo que hace, genera reputación y confianza, valor que le permite disfrutar de una plataforma sólida donde desarrollar con tranquilidad su proyecto político.
Hoy en día el objetivo principal al que se enfrenta un político se llama confianza y detrás de ella viene todo lo demás. Por lo tanto, ¿cómo ganarse la confianza de la ciudadanía? ¿Qué hacer cuando los valores personales evolucionan y quedan al descubierto valores ya desechados? El coaching político da respuesta a cada una de esas preguntas.
Es un proceso de análisis de su realidad, de sus escenarios políticos, de sus vínculos con la sociedad, de lo que está haciendo hasta ahora y le ha funcionado. Y también de lo que no ha funcionado, de todo aquello que querría hacer y cree que no puede, de redefinición de objetivos, de análisis de opciones, de diseño de estrategias directas e indirectas y de un sólido plan de acción, que le llevará con una mayor rapidez y coherencia al éxito. Saber interpretar su realidad externa, así como la realidad interna de los partidos.
Si todo esto lo implementamos en el ámbito político, donde la persona que ejerce la función pública vive bajo una inmensa presión, la figura del coach se convierte en la base imprescindible para que pueda ejercer con mejores recursos su liderazgo político.
Muchas veces se está tan ocupado en ir detrás de objetivos generalistas del partido, que es difícil mantener en firme los objetivos y fines por los cuales se inició en la política y, aunque ambos no son contrapuestos, siendo honestos, en la vida real las diferencias pueden ser abismales.
El coaching político favorece el cambio, desarrolla un sentido de responsabilidad y mayor seguridad en la toma de decisiones. También facilita las relaciones con nuestros equipos, nos hace más coherentes, nos permite desarrollar nuevas formas de liderazgo. Nos lleva al “para qué”, a la acción, al futuro.
Durante el proceso de coaching, nuestro cliente dispone de la oportunidad de preguntar y de plantearse lo que esta haciendo en ese momento. El propio proceso permite que la persona que desarrolla un cargo público pueda separar y racionalizar cualquier conflicto que pueda estar dando vueltas en su cabeza, brindándole un pensamiento estructurado y respaldado. Se reduce el sentimiento de soledad, que sobrevuela el desempeño de un cargo público.
Un coach profesional puede facilitar la medida, análisis y desarrollo del nivel de optimismo de la persona, un aspecto éste clave para gestionar la incertidumbre.
Durante el proceso se facilita el entrenamiento en el marco de las conversaciones, lo que contribuye al desarrollo de un marco para nuestra comunicación y análisis de nuestro branding personal.
Cuándo es el momento adecuado para buscar un coach para el liderazgo político
- Cuando considera presentarse a unas elecciones, sobre todo por primera vez, o hacerlo nuevamente, tanto tras una derrota como para mantener una victoria anterior.
- Después de ganar una elección con el fin de ayudar a establecer su agenda para los primeros meses en el cargo.
- Cuando considera postularse para otro cargo o preguntarse si es hora de retirarse.
- Cuando las exigencias de la vida pública y privada están fuera de equilibrio.
- Durante tiempos difíciles, cuando la visión, propósito y pasión están carentes de definición y sentido.
Cómo trabaja un coach político
Los coaches políticos apoyamos a los políticos y los líderes públicos mediante el desarrollo de su conciencia alrededor de la acción. El coach político ayuda a sostener al líder político en sus compromisos.
Nuestro trabajo se desarrolla dentro de una relación altamente confidencial que es distintivo del coaching político. A diferencia de los consultores políticos que tienen como indicador básico el triunfo de su cliente y, a menudo, sienten que su propio futuro esta ligado al resultado de las elecciones, un coach político no revela su relación con el cliente, a menos que el político o política decida hacerlo.
En la actualidad, el coaching esta siendo ofertado por personas procedentes de diferentes ámbitos, con cualificaciones y experiencias previas muy variadas y, de forma sustancial, también por psicólogos y psicólogas. No es solo necesario un desarrollo competencial técnico, sino también un desarrollo competencial personal especifico que capacita al coach y, en su caso, al psicólogo experto en coaching para este ejercicio profesional.
El coaching político ha crecido hasta convertirse en los países mas desarrollados en un servicio bastante común. Siendo contratado en la mayoría de las ocasiones por candidatos y candidatas directamente y en menor medida por la estructura del partido.
No somos asesores políticos, buceamos con el político en sus necesidades, reflexionamos acerca de la relación con los ciudadanos, los que le votan y los que no le votan. De sus relaciones con el partido y gestionar las expectativas que intenta satisfacer. Dispone de un espacio protegido y preservado donde encontrarse con alguien con un pensamiento independiente, un espejo confiable en quien mirarse, para no desconectarse de su visión, de los valores que le impulsaron a dedicarse a la política.
Maite Fernández Valderas.
Psicóloga, Especialista en Psicología de Empresa y Organizaciones.
Facilitador autorizado de Directivo Coach/ Branding Personal.
Coach Ejecutivo y Político.